sábado, diciembre 22, 2007

MANDATO POR LA VIDA COMO UNICO INAMOVIBLE

Mandato de Mujeres:
El único inamovible es la Vida

Las mujeres colombianas, las mujeres del mundo, que sabemos de esperas y de soledades, de amores y distancias, de historias y de olvidos, Nos declaramos en Estado de Emergencia humanitaria:

Estamos convencidas de que por encima de ideologías y posturas políticas, de argumentos jurídicos y calendarios legislativos, este país merece privilegiar la vida, el abrazo, y el reencuentro.

Estamos convencidas de que son posibles y urgentes los acuerdos de humanidad, esos que se facilitan porque ya el corazón y la historia no aguantan más intransigencia y terquedad.
Se nos cae el pelo
Perdemos fuerza
Se nos va en larga melena nuestro aliento.
Seguimos rebeldes,
Volvemos a la madre
Reclamamos Matria.
Sentimos tu mirada, reconocemos tus gestos, tus manos, la imagen de silencio es en realidad un llamado femenino a un país endurecido e indiferente, urgido de la autoridad materna.

Tu palabra de mujer conmueve la intimidad de nuestro ser, nos llevas al corazón y la autoridad de la madre, nos recuerdas que no es la dureza, ni los gritos, ni el maltrato lo que cambia a un país.
Todas que somos Ingrid,

Presentamos ante el gobierno y la insurgencia, ante las familias y las organizaciones, ante los países amigos, ante el congreso y los entes de control,
el siguiente MANDATO POR LA VIDA COMO UNICO INAMOVIBLE

Que la soberanía de este país consista en que cada colombiano y colombiana ejerza sin ningún obstáculo el derecho a la vida, el derecho al abrazo, el derecho a ver crecer sus hijos e hijas, el derecho a enterrar a sus seres queridos, el derecho al regreso, el derecho a la libertad, el derecho a la paz.

Que cada cual haga lo suyo, por facilitar y alimentar la vida y la esperanza. Que no perdamos ni un minuto, que no haya sedantes ni descanso para esta ansia de recuperar la humanidad que merecemos.
Que Piedad Córdoba, quien avanzo considerablemente con nuestra hermana Venezuela en el camino del acuerdo, siga cumpliendo el mandato de las familias víctimas del secuestro, que ahora también hacemos nuestro.

Que la insurgencia y el gobierno recuerden su compromiso de honrar y defender la vida y recuperen la capacidad del discernimiento, la serenidad y la generosidad, Colombia tiene derecho a una negociación política del conflicto.

miércoles, diciembre 19, 2007

Mandato de Mujeres

Queridas amigas:
Aun sabiendo que esta es una época muy difícil para todo, les proponemos que esta navidad y año nuevo no dejemos que caigan en el olvido las víctimas de la guerra en el país. Inspiradas en el dolor de Ingrid y sin poder dormir tranquilas si nos vamos a vacaciones sin hacer nada, les estamos haciendo llegar un texto llamado "Mandato de Mujeres:

Porque la vida es nuestro único inamovible" Les proponemos que lo circulen entre las organziaciones y contactos del país y del exterior, que lo modifiquen, lo traduzcan, lo formen, lo envíen a quien consideren pertinente. Desde Cali se lo estamos enviando a Piedad Córdoba, porque reconocemos su compromiso con la causa del acuerdo humanitario y de la libertad de los y las cautivas. Otras compañeras porponen enviarla a presidencia, vice, procuraduría, defensoría, embajadas, Naciones Unidas, etc.

Lo importante es poner a circular nuestra voz, nuestra esperanza y nuestra energía. Mandamos a imprimir unas postales con la foto de Ingrid, una de las muchs frases bellas de la carta a su madre y el mandato por detrás. Si necesitan, nos avisan. Vamos a rotar el arte por si quieren reproducirlas, modificarlas o hacerlas en afiches.

La otra propuesta es grabar poemas, canciones y darles serenata a los y las secuestradas desde los programas de las voces del secuestro, la carrilera, la luciérnaga y los que hay en emisoras regionales que escuchan en la selva.

No dejemos solas a las familias. Empecemos por estas, mientras se nos ocurre cómo acompañar a las de las fosas comunes y demás dramas humanitarios de este país.

Las abrazamos en el dolor y en la certeza de que las mujeres tenemos que hacer oír nuestras voces como siempre que la dessperanza amenaza con ganarle la partida a nuestro porvenir.

TODAS SOMOS INGRID.
Con amor, Las cuatro gatas de Cali y Bogotá.