miércoles, octubre 11, 2006

Mujeres no contadas y los retos para el movimiento de mujeres

El miércoles 11 de octubre del 2006 estuvo en Cali, invitada por la Escuela Política de Mujeres Pazificas y la Fundación MAVI, Luz Maria Londoño, investigadora de la universidad de Antioquia quien se ha dado a la tarea de registrar los archivos de silencio de las mujeres excombatientes colombianas.

Procesos de desmovilización y retorno a la vida civil de mujeres excombatientes en Colombia de 1990 al 2003, para evidenciar “que la historia del transito de las combatientes colombianas de las armas a la vida civil está hecha de silencios, debido a que la guerra es vista como un campo de acción masculino por excelencia, y la historia de las mujeres no ha sido contada ni en cifras ni en palabras”. Como una forma de recuperar el olvido e incorporar las voces de las excombatientes colombianas a la historia del país, Luz Maria aborda las dificultades y los retos, que han debido enfrentar estas mujeres es su paso de guerreras a excombatientes.

Nos reunimos cerca de cuarenta mujeres en la Biblioteca Departamental y vimos el documental que realizó el grupo investigador y una especie de silencio sordo se fue apoderando de cada una de nosotras, imágenes inéditas fueron apareciendo, voces nunca oídas fueron descubriendo sus procesos, cientos de preguntas se agolparon frente a esa realidad.

Para el movimiento de mujeres la investigación y el video que presento Luz Maria Londoño plantea varios retos:

- Qué hacer con las mujeres guerreras? Con las que se desmovilizan, ahora de los grupos paramilitares? Cómo pedirles reparación? Cómo responder a sus necesidades? Desde dónde incorporarlas como sujetas de paz? Cuales son la lecciones aprendidas? Cómo no repetir errores de procesos de desmovilización como los centroamericanos?

En fin, muchas preguntas para nosotras que continuamos en Escuela permanente.
Grupos de Mujeres de Cali,
OCTUBRE, 2007

Cuando el comer se vuelve una enfermedad

VIVIR UN DIA A LA VEZ
Por Gloria Velasco G.


Compartir experiencias, fortalezas y esperanzas es el objetivo común que lleva a que cada lunes, miércoles y viernes se reúnan en el norte de la ciudad de Cali una serie de personas aquejadas por un problema, que ellos denominan incurable: comer compulsivamente.

L@s integrantes de “Comedores Compulsivos anónimos” reconocen que comer de la forma que ell@s lo hacen es una enfermedad progresiva que si no se detiene a tiempo tiene graves incidencias sobre su salud física y mental.

Basta citar cifras de la Organización Mundial de la salud: el 52% de las causas de muerte se deben a enfermedades no transmisibles, entre ellas la obesidad, el tabaquismo y el sedentarismo. Si bien tod@s l@s comedores compulsivos no son obes@s si registran niveles de sobrepeso que los han llevado a ensayar todas las dietas, tratamientos, cirugías que cada dia se ofertan mas y mas en el mercado.

Puede decirse que tras haberlo ensayado todo su último recurso ha sido vencer la resistencia y asistir al grupo de Comedores Compulsivos, que en Cali lleva cerca de seis años, donde han encontrado toda la comprensión y apoyo que necesitan para vencer su enfermedad. El primer paso fue, como sucede en alcohólicos anónimos, el reconocerse como tal, ser sincer@ consigo mism@ y estar dispuesto a restablecerse.


Los hombres y las mujeres que pertenecen a esta asociación buscan acabar numerosos mitos, entre ellos el que dice que solo las personas con sobrepeso padecen esta enfermedad, también las personas delgadas comen convulsivamente.

Definen la compulsión como “el impulso o sentimiento de ser atraído irresistiblemente a llevar a cabo un acto irracional. Por lo tanto no es solo la cantidad que comemos lo que nos convierte en comedores compulsivos sino el modo como tratamos de controlar la comida. Algunas personas que comen compulsivamente comen en secreto, comen lo que otras dejan, mientras otras hacen público su manera de comer. Algunas personas se atragantan y purgan, mientras otras alternan entre comer compulsivamente y aguantar hambre”. Pero para ell@s es claro que solo cada un@ puede decir si para el o ella la comida se ha convertido en un problema incontrolable.

Vale la pena aclarar que. al igual que el alcoholismo esta enfermedad no tiene distingos de sexo, raza, religión o condición social y que tiene raíces muy profundas en la psiquis de cada persona y por tanto se manifiesta de diferentes maneras en cada una.

Las personas integrantes de Comedores compulsivos anónimos también aclaran que quien llega al grupo no va a encontrar allí la dieta perfecta para perder peso. Cada cual va a encontrar un programa de doce pasos que les enseña las bases para vivir un día a la vez, para parar la manera compulsiva de comer y desarrollar un saludable plan de comidas de acuerdo a las necesidades físicas de cada cual, no de acuerdo a sus emociones.

Este programa es sencillo pero no es fácil. Para recuperarse de una de las adicciones más desconcertantes, desgraciadas y compulsivas se requiere del esfuerzo diligente de cada persona. La honradez consigo mismo, la mente abierta y el estar dispuesto, son las llaves que abren la puerta a la recuperación.

Cali, Octubre 2006