Mujeres nos declaramos en objeción de conciencia

Mujeres de Colombia, Venezuela y Ecuador reiteramos que ninguna guerra puede declararse en nuestro nombre.

Tal vez porque una de las escenas mas desgarradoras para todas las mujeres del mundo sea la de despedir a sus hijos cuando van al combate, quizás porque la historia afortunadamente nos ha relegado en la planificación de las batallas, o sencillamente porque ya nos parecen absurdas e inútiles las salidas de fuerza y odio, nos negamos a continuar la estirpe de Caín.

Nos negamos a participar en la fiesta de la guerra que tan rápidamente enciende los corazones fanáticos de nuestros conciudadanos. Nos negamos a perpetuar la ira, los antagonismos, las justificaciones que desde todos los bandos conduzcan a la brutalidad de las armas.

Tenemos tantas luchas que librar en común, tanta injusticia compartida, tantas canciones que entonar de madrugada, que por lo menos resulta obsceno consagrar nuestros días a la exaltación de las soberbias.

No repetiremos sus sentencias de muerte, no iremos a sus campos de batalla, ignoraremos sus rictus, no podrán con nuestra esperanza.

Sugerimos:

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