sábado, julio 15, 2006

Las mujeres desafían a los guerreristas

48 HORAS PARA LA IMAGINACIÓN

¿Por qué será que nosotros, los colombianos y colombianas, no hemos podido ensayar otras formas de resolver los conflictos? ¿Por qué será que no hemos podido salir del círculo de las amenazas, las culpas, los insultos, las órdenes, las venganzas? Siempre inventando excusas, mostrándonos los dientes, midiéndonos el aceite, buscando pretextos para no asumir nuestras propias responsabilidades, fantochando con la vida y la muerte de los demás. ¿Será que de niños no jugamos a la lleva, a la rueda rueda de pan y canela, a las bolitas de cristal?

Vemos con dolor a nuestros pobres soldaditos de plomo (con plomo y sin aplomo, de izquierda y de derecha, del establecimiento oficial y extra oficial, de los clubes y de los montes) asumir una torpe autoridad a todas luces deslegitimada y caricaturesca. Vemos con preocupación que el militarismo que se ha instalado en las conciencia de nuestra gente. Esa parece ser la única guerra hasta ahora ganada.

Las mujeres sabemos (no todas, lógicamente, las hay dignas representantes del patriarcalismo), que no bastan las discusiones, las citas literarias, las referencias históricas, las solemnidades y los juegos retóricos de la inteligencia, a la hora de parar el horror, la barbarie, la salvaje amenaza de la muerte, la exclusión y la infelicidad cotidiana. Sabemos, para nuestros hijos y nuestros amantes, para nuestros patrones y nuestros padres, y para nosotras mismas, que no sólo necesitamos volver a pensar el mundo: necesitamos cambiar la misma naturaleza del pensamiento.
Los niveles de agresividad, autoritarismo, y revanchismo que están siendo utilizadas en nuestro país cómo únicos métodos y argumentos, no son más que una muestra de debilidad, de cobardía, y sobre todo de una vergonzante falta de imaginación. La imaginación es la única opción por donde pueden emerger nuevos patrones colectivos de disenso y de cuestionamiento al orden establecido.
Esta es una guerra cruel y sanguinaria pero sobre todo es una guerra aburridora: las mismas cúpulas, los mismos argumentos, los mismos clichés, los mismo con los mismos y con lo mismo.
Nuestros guerreristas de Estado y de la subversión tienen 48 horas para demostrar esa imaginación. Necesitamos hombres y mujeres que rompan la lógica circular de la razón instrumental, hombres menos escamosos, menos inútiles, menos pobres pablos.

Necesitamos construir una Terra realmente Nostra.
“Que nos salve la locura, ya que la razón no pudo”.
Mujeres Pazíficas de Cali