JUNTOS .... HASTA QUE OTRA NOS SEPARE!!por Olga María Betancourt.Según consulta sobre la infidelidad de l@s colombianos, hecha vía internet por el Canal Caracol en la segunda semana de septiembre, de las 1.870 personas que habían ingresado a la urna virtual, el 86.8% de las mujeres manifestó que conocía de la infidelidad de su compañero, mientras el 13.1 de los hombres decía conocer de la infidelidad de sus compañeras, y manifestaban además que aunque la conocían, la soportaban o toleraban.
Somos entonces infieles por naturaleza? Esta es la pregunta que intentó contestar David P. Schmitt con un estudio sobre más de 16.000 personas de todo el mundo. Schmitt, psicólogo evolucionista de la Universidad Bradley de Peoria (Illinois, Estados Unidos), defiende la hipótesis de que la cultura, la educación y, la evolución, han influido en la fidelidad a lo largo de la historia del hombre y, por tanto, la promiscuidad del varón no es genética.
Schmitt sugiere que el origen de estas diferencias entre géneros se remota a la antigüedad, cuando los hombres cazaban en grupo. En esa época, los varones tenían diferentes pareja sexuales para poder asegurar la continuidad de sus genes y, por tanto, sus tendencias promiscuas.Las mujeres, en cambio, intentaban tener sólo una pareja para garantizar una buena educación para sus hijos y asegurar la supervivencia de sus genes, así como de sus tendencias monógamas.
Ahora, la infidelidad puede convertirse en la principal razón para la ruptura de la pareja ? Algunas veces, por el contrario, esta situación es motivo de fortalecimiento de la relación y en ocasiones se vuelve el motor de cambios positivos.La psicóloga Sofía Zambrano González explica que la infidelidad en un matrimonio debería idealmente cumplir un fin de sostenimiento de la pareja, en el que después de explorar con una persona diferente, quien es infiel vuelve a su familia con más solidez.
Aunque Zambrano González afirma que la infidelidad debería cumplir la función de darle mayor solidez a la relación pero cuando la pareja no se encuentra en un buen momento las consecuencias pueden ser muy negativas.
Los humanos nos debatimos entre dos tendencias biológicamente determinadas y opuestas: la variedad y la exclusividad. Las investigaciones muestran que ambas tendencias están arraigadas desde hace cientos de miles de años. A eso hay que sumarle lo cultural, que nos empuja igualmente a ambas cosas, sobretodo en los hombres: sea fiel y sea “macho”. Y en esa lucha, cada cual decide para donde toma. Los hombres son más infieles que las mujeres (se calcula que 65% le corresponde a los hombres y 50% a las mujeres), pero la diferencia ya no es tan grande.
En los países latinoamericanos las estadísticas de infidelidad han aumentado ¿Esto es porque ahora hombres y mujeres son más sinceros y confiesan sus debilidades en este sentido o el incremento es real?
El tipo de estudios que se han realizado acerca de la infidelidad resultan limitados para la complejidad del fenómeno que, como vimos es multicausal
El amor real no es ni la felicidad, ni la pasión sino la compañía y la colaboración entre dos géneros a fin de crecer y de solucionar conflictos, incluída la infidelidad,
Para terminar quisiera retomar un poema de Agenda Mujer 2002 con relación al tema de la infidelidad
SERE FIEL
No a lo que a veces siento
y quizá me engañe
no a lo que a veces sientes
y quizá sea cierto.
Seré fiel
no a tus dudas
sinceras como el asco
no a esta derrota
que es de ambos.
Seré fiel
no a lo que digo o tacho
solo seré fiel
monte de mirra/collado de incienso
a tu cuerpo
en mi cuerpo
JUAN GUSTAVO COBO BORDASantiago de Cali, 13 de septiembre, 2006